miércoles, 20 de febrero de 2008

De un sueño...

Hoy mi sueño fue raro, dividido en varias partes.

Uno en donde estaba contigo, mi hermosa. Descanzando en un pasillo, cuando unos hombres pasaron y uno acaricio la piel desnuda de tu tobillo. Y yo comencé a agredirlo, a golpearlo, aunque con mido, ya que era un hombre viejo, pero no tanto.

Después volví a mi asiento a tu lado, tu sobabas tu tobillo como si te hubiera dolido aquella caricia. Y de pronto te paraste y te atravesaste la puerta que estaba en la pared detrás de nosotros, sin decir nada, pero comprendía la razón del porque te ibas y quede tranquilo. Así en el pasillo, con el ventanal alto frente a mi, las paredes blancas y la alfombra roja carmesí oscurecida por los años. Paso el tiempo y tu no regresabas, decidí recostarme en la alfombra, y de pronto estaba leyendo unos libros, solo recuerdo que leía las letras sin comprenderlas realmente.

De pronto mucha gente comenzó a pasar por la ventana, gente bien vestida como en época de frío. Y poco a poco fue disminuyendo su flujo y yo concentrado en mi lectura, cuando presentí que alguno que pasaba se quedaba mirando a mi por la ventana, voltee casualmente y así mismo regrese ami lectura, pero su rostro se me había hecho conocido, así es que subí de nuevo la mirada e hizo una seña con su mano que apoyaba mi actividad de 1ectura, o al menos así lo interprete. Y continuo su camino.

Comencé a notar tu ausencia cada vez mas, y de pronto e la tranquila calle un alboroto se escuchaba, y fui a la otra ventana que se encontraba al lado de la vitrina que casi estaba ahora frente a mi. Y tras las cortinas translucidas pude observar que me encontraba realmente en un segundo o tercer piso y que había sucedido un accidente, corrí hacia la otra ventana y vi que había un hombre lastimado y era al que yo había golpeado. Una señora comenzó a decirme que bajara, tuve miedo al principio que me culparan de lo que le había sucedido al señor pero aun así baje.

Salí por la ventana, y me colgué del barandal, me decían que me iba a lastimar que por ahí no podía, pero el barandal se desprendió de su parte superior y caí perfectamente bien. Tu aún no aparecías por ningún lado y el alboroto seguía.

No recuerdo que paso, solo que de repente estaba en una acera caminando a tu lado, llegando a un teatro donde ibas a participar en una obra. Y había unos compañeros de la universidad, nos despedimos y tu entraste con una guardia de policías siguiéndote. Pero note la presencia de uno de ellos que no entro contigo porque no lo dejaron pasar, y luego volteo a verme actúo extrañamente pero solo lo estaba viendo ya tan solo con el rabillo del ojo. Sentía sus intenciones, sabía que algo sucedería y que el no iba a dejar que yo interviniese en sus planes. Estaba sentado frente al teatro en una banquita con un camión de carga a nuestras espaldas, seguí el camino de aquel personaje de reojo, pidió un taxi, y sentía aún su mirada sobre mi. El taxi arranco rápidamente, eran cómplices, y cuando sentí que el taxi debía haber pasado el trailer que nos protegía la espalda sentí la necesidad de agacharme, lo intente pero regrese a mi posición y entonces se escucho el disparo. Nos había atravesado las gargantas a mis amigos primero note, pero luego sentí mi sangre correr por mi cuello, me lleve la mano a el y sentí el calido torrente.

Comencé a pedir ayuda, sin hablar, sin hacer esfuerzos con mi cara, con mi cuello, solo señas. De repente comencé a utilizar lenguaje de señas que al parecer todos comprendían pero nadie quería ayudar. Luego comencé a notar mucho movimiento y sentí la necesidad de huir del lugar.

Comenzaron a aparecer hombres con chalecos de trabajo, y comencé a alejarme del teatro, los coches que estaban en la calle comenzaron a ser empujados por hombres hacia la acera, encerrando a los transeúntes, amenazándolos con sus armas. Por algún motivo no los mataban solo contenían a las personas, comencé a huir mas rápido, hacia el sur. Y seguían cerrando las calles con los coches que en ellas habían estado. Y deje ese lugar atrás, pero la ciudad estaba desolada. A las pocas personas que me encontraba se negaban a ayudarme, y sentía como la vida se me iba escapando poco a poco. Encontré una casa que me invitaba a pasar, entre a su jardín y ahí estaba una imagen de un cristo hundido bajo la tierra, y en frente una fuente, y una puerta que no se abría. Me sentía solo, abandonado.

Sonó la alarma de mi celular… pero me sentía muy aletargado, mas de lo normal. Movía lentamente mi brazo hacia el celular, y mis ojos no los podía abrir, estaban pesados los parpados veía nublado. Alcance a distinguir un cielo gris, pero solo apague la alarma, y me reacomode.

Aparecí de nuevo en ese jardín, solo… abandonado… se me ocurrió ir al frente, y encontré a una señora dentro de la casa tras un ventanal, abrió la ventana y le pedí ayuda por primera vez hablando. Pero ni siquiera así, se negó y cerro la ventana, fui a la parte trasera de nuevo del jardín y grité, grite con fuerza, un grito liberador, despojante.

Después solo recuerdo ir caminando con alguien a mi lado, por esas mismas calles por las que había estado caminando. Paso un hombre con un arma en sus manos pero tampoco se detuvo a ayudar. Cada vez me seguía sintiendo más débil.

Legamos a una calle que desde el primer instante me dejo perplejo, eran casas resplandecientes, de un blanco indescriptible, pero lo que causaba el impacto eran los árboles muertos y sus raíces, negros como el negro mas profundo aun así irradiando una vida imponente. Casi no note a los soldados que estaban así, con armas en sus manos, sentí una necesidad de quedarme ahí de no moverme jamás de esa imagen. Un obelisco de iguales colores y elementos se encontraba al medio y tras de este una gran pared con forma de arco.

Esa energía que desprendía esa calle sus colores y sus árboles y paredes, me hizo olvidarme que estaba muriendo. Entonces la chica me tomo del brazo y fue como si me hubiera dicho su plan de traspasar esas murallas de hacía tiempo. Y de repente comenzó a ejecutarlo, no hubo tiempo de disfrutar mas esa escena, todo fue por unos instantes pero para mi duro por largos minutos.

Se hecho a correr sobre el blanco pavimento, los soldados disparando sobre nosotros, pero ella corría demasiado rápido, brincando con destreza por todos los árboles para después alcanzar el borde de la pared y brincar. Al pasar sobre el borde, todo se movió en cámara lenta, una reunión se llevaba acabo, gente bien vestida, mallas de ramas de árbol negro colgando, paredes igual de blancas…

Al caer debíamos mantener a la gente luchando contra nosotros en su lugar y en un instante determinado pero desconocido agacharnos y dejar que el disparo acabase con ellos. Ella contaba mientras los sosteníamos, descubrí que no se trataba de simple gente, sino de gente muerta, su carne en cenizas.

Todo cambio, ya no estaba en mi ser y vi como al terminar de contar la muchacha se agacho y yo también me agache, pero yo ya no era yo, yo era otra persona. Aquel cuerpo que había sido mío, permaneció parado y entonces se disparo el cañón y acabo con todos aquellos personajes, incluido aquel que había sido mi cuerpo.

Por las palabras que pronuncie me di cuenta que ahora estaba en el cuerpo de tuyo mi hermosa. Fuiste a los restos de todas esas personas, y encontraste mi cuerpo ahí, pero mi carne ya se había convertido en cenizas, estaba muerto.

No pude sentir ya mas nada y desperté…

De nuevo aletargado como nunca antes… los parpados pesados… el cielo gris, el frío de la mañana…

.-.-.-.-.-.-.-.

Claro que se perdieron muchas cosas, pero intente narrar lo mas y mejor que pude mi sueño… ya tenia rato que no me quedaba tan grabado alguno.

10 comentarios:

Lex Sánchez dijo...

De un sueño...una paráfrasis:
http://papillonocturne.blogspot.com

Ån€iëNt §Öû£ dijo...

spamera xD

Alejandro Vargas dijo...

tssss deja de fumar esas madres wey, ya ves los sueños que tienes. Que sueño tan loco, te das cuenta de la figura de la persecución a la que acudía tu personaje?
Si has podido leer en tus sueños? O sólo esta vez?

Saludos!

Anónimo dijo...

Hoy que te salude temprano, quería realmente contarte una cosa...

Conoci, no personalmente, a una pequeña alma llamada Alondra,
la sentí en el aire y supe que la conocía desde antes de que existiera,
es un alma feliz,
una pequeña luz que vino al mundo con el próposito de extinguirse,
(pinche destino)
en sus ojos se adivina el dolor y la magia,
sabe que va a morir, mientras pinta tulipanes y habla de la música como si no tuviera tan solo 8 años.

-Sabes lo que es el poder de la mente?-me dice.
-Si no lo cuento, si lo dejo de pensar, el dolor desaparecerá mañana-.

Y asi, no deja que le inyecten morfina porque no la deja pensar bien y se duerme... y ella no quiere dormir,
no quiere perderse ni un instante de los dias que le quedan, y piensa que cuando muera será como un tulipán dormido,
Ella es Alondra,
Ahora tu ya la conoces también.

Ån€iëNt §Öû£ dijo...

gracias pour votre comentaries. Chico no comprendi tu primera pregunta, y no recuerdo si he leido en otras ocaciones, pero esta vez si, de hecho recordaba algunas palabras cuando acababa de despertar pero ahora no. Y si no fumo de ess no hay accion xD.

Espero no olvidarla como al pececito o al don

Alejandro Vargas dijo...

si que siempre estabas siendo perseguido

Ån€iëNt §Öû£ dijo...

No, no todo el sueño me senti perseguido.

Anónimo dijo...

... de seguro lo harás ¬¬

Samo dijo...

rola de la verde carnal jajaja

El sueño esta rarisimo, pero me agrada la forma en que lo narras, crees que signifique algo o quep?

Ån€iëNt §Öû£ dijo...

jaja si de hecho creo que tiene muchisimo que ver con mi situación actual, al menos con las descripciones que dio lucy en su blog, checa ese post.