jueves, 6 de septiembre de 2007

Decisiones

Decisiones, decidí cambiar y he estado fallando. Hoy volví a fallar por unos instantes, pero… recordé algo que había olvidado hace tiempo.

“Pretextos, solo eso das, parece que te gusta el fango amigo”

Es increíble el número de veces que dije: “hoy voy a cambiar”, lleno de entusiasmo. Ya es un cambio al menos ahora esta el propósito. Mi error no fue la costumbre de regresar al calido cobertizo del fango, fue olvidar, abandonar…me.

Cada decisión tiene un tiempo de gracia en el que podemos reaccionar y cambiar de opinión, solo necesitamos llevarlo acabo. No digas nada ni pienses, que tu mente va a tratar de hacer lo que le enseñaste a hacerte, confundir tus deseos con meros caprichos y viceversa. Hiciste un trabajo formidable al entrenarlo. Cada cambio de decisión es una batalla ganada. Ahora solo falta vencer el orgullo.

Los extremos son siempre malos, “Felicidades! También le enseñaste a vendarte los ojos sin importar nada.” Esta bien que hagas lo que sietes, pero ten cuidado, recuerda que te enseñaste a engañarte, estas en tu propio campo de minas.

Hoy cambie de opinión, me contradije mis engaños.

Es que… el calor, es que… la tarea.

Calor? JA!, el viento era fresco, el sol no acariciaba mi piel solo se limitaba a iluminar mi camino. “ves el paisaje? Si!, nubes e ibas a dejar pasar esa oportunidad de disfrutar algo que tanto te gusta.”

No era el calor, ni la tarea, ni la flojera de correr por las tardes o hacer ejercicio durante el periodo del dia en el que el amigo sol vaporiza. Ese calor extraño de las tardes que te ha hecho detestar los atardeceres.

Eran los juegos, las ventana ruidosas que parpadean como luciérnagas naranjas. El fango que vives y tanto te gusta.

No ibas a hacer tarea, querías llegar a jugar y… crecer en un mundo que acaba con una tecla, por letras acomodadas en orden algorítmico dañino. Y que… al salir de esa ventana sigues en el mismo fango, en la misma desidia, y mediocridad. 48 niveles en total de crecimiento, y tu… el mismo patético personaje que se compadece de si mismo.

Hice ejercicio, descanse bajo la lluvia, conviví con viejos amigos, recordaos juntos viejos tiempos, mis ojos de refrescaron, mis músculos se cansaron y los tejidos se expandieron.

Calor… No hubo nada de eso, solo… destile venenos…

Mi peor enemigo eres tu, si tú, mi creación perfecta por tanto tiempo. Me volví tu presa, tu esclavo, para ser protegido. Vives de mi, en mi y morirás conmigo.

El fénix que me robaste y tanto te sirvió en todas tus muertes profanas, lo he encontrado y ahora esta a mi lado.

Pronto ni secretos míos tendrás, y un día despertaras y tu estarás ahí en ese nuevo amanecer.

2 comentarios:

Lex Sánchez dijo...

Como platicábamos hace rato, me da gusto que tu tomes las decisiones y no que la flojera o la desidia lo haga por ti. Quien hubiera imaginado todo lo nuevo y sobre todo el amigo que te ibas a encontrar y con quién ibas a disfrutar tanto después del tiempo de no verse ni hablarse. En las cosas que dejamos de vivir está la verdadera alegría, la única aventura. Más días como estos, que se destile aquel que tanto te envenena y que renazcas siendo TU.

Estas acompañado, te quiero :D Lucha

Alejandro Vargas dijo...

venga!!! dale duro!!! nada de decidia!!!